De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el lugar número nueve entre los diez primeros lugares en atracción de inversión extranjera directa dentro (IED) de los países de la OCDE. Al primer semestre del 2023, el país recibió 29,041 millones de dólares de IED, un aumento del 41% (contra el mismo periodo del año anterior). Por otra parte, los proyectos greenfield de IED en Latinoamérica crecieron 13% en 2022, mientras que el gasto de capital también creció 50%, y la creación de empleo como resultado de estos proyectos aumentó 29% en comparación con 2021.
Los resultados del nearshoring han hecho evidente el crecimiento de la industria manufacturera en México en cuanto a aumentos en la producción, contratación de personal, exportaciones e inversión en nuevas tecnologías y procesos productivos.
Nearshoring, más allá de la manufactura
Sin embargo, el nearshoring ha beneficiado también a actividades económicas que no dependen directamente de la manufactura, sobre todo en sectores como los servicios profesionales y financieros (transformación digital), transporte y logística, hospitalidad, comercio minorista de consumo, salud y bienes raíces.
El análisis de EY indica que la industria de servicios profesionales y financieros está prosperando en México, la inversión en este sector creció 1.0% de 2015 a 2019 y la expectativa de crecimiento de 2022 a 2028 es de 7.4%, mientras que China experimenta una desaceleración e India mantiene un ritmo constante.
Jorge Lacayo, socio líder de estrategia de EY-Parthenon en Latinoamérica, comentó que la llegada de inversiones extranjeras en México está impulsando otras industrias debido al crecimiento urbano, el aumento en ingreso disponible, los viajes nacionales y la proximidad económica.
“Por ejemplo, grandes cadenas hoteleras buscan invertir ahora en zonas industriales de México y no en destinos de playa; por otro lado, el sector salud crece a una tasa anual del 7%, impulsado por una creciente demanda de los servicios privados y el crecimiento del gasto de bolsillo”.
Incentivos fiscales, punto atractivo para el nearshoring
En materia fiscal, México también resulta atractivo no solo por los diversos Tratados de Libre Comercio, sino por los tratados para evitar la doble tributación, donde México cuenta con más de 60 acuerdos en general. Además, se han anunciado diversos estímulos fiscales como los relacionados con aquellas actividades económicas realizadas en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con incentivos en materia de ISR, IVA y deducciones, así como impuestos locales en Veracruz y Oaxaca.
“Una gestión tributaria adecuada es clave para los inversores que desean entrar a México, quienes deben identificar las ventajas de los incentivos fiscales por zonas o estados, diseñar una estrategia correcta de soft-landing, incluido un análisis de cumplimiento en materia de precios de transferencia y una gestión fiscal eficiente y a largo plazo que contemple también la parte laboral”, concluyó Óscar Ortiz, socio líder adjunto de Impuestos en EY Latinoamérica.
Fuente: https://bitly.ws/TCN2